La licomposta es una propuesta
adecuada para promover el manejo de la materia orgánica al interior del hogar y
consiste en hacer composta con los
residuos orgánicos de la
cocina; pero a diferencia de los métodos convencionales donde se vierten las
cáscaras y sobras de alimentos completos en un hoyo o contenedor; en este se propone moler los residuos en la licuadora, de manera que su
manejo y descomposición es más sencillo y rápido.
Entre
algunas ventajas identificadas, se mencionan las siguientes:
- Reintegración
100% de la materia orgánica al medio.
- Ya que la materia se
tienen que moler en la licuadora,
reduce considerablemente el volumen
de los residuos.
- No se necesita dar mantenimiento, una vez
que se entierran los residuos, no es necesario
airear, ni voltear,
ni hidratar.
- No genera olores, ni lixiviados.
- No es visible.
- No
es necesario ningún tipo de contenedor para llevarla a cabo (a menos que se decida
realizarla en una maceta).
- El espacio
necesario para su disposición es
mucho menor que otros métodos convencionales.
- Ya que los residuos
molidos se entierran totalmente, no hay generación de insectos vectores (mosquitos, moscas, cucarachas, etc), ni roedores.
- El tiempo
efectivo de degradación es mucho más rápido, por lo que el beneficio en la calidad del suelo se refleja al cabo
de un par de meses en estructura y nutrientes.
- Ya que la recomendación es
depositarla cercano al “pié” de las plantas de la casa, el beneficio es directo y se refleja
en la vigorosidad de las plantas.
- Cualquier
proceso de compostaje implica tiempo. En el caso de la licomposta se invierten aproximadamente 5-10 min al día.
- Si no se cuenta
con jardín o espacio con tierra al interior
de la casa/departamento, se puede llevar a cabo en varias macetas
grandes, o en el espacio verde de las banquetas, camellones, o al pié de
cualquier planta que se ubique cerca.
Es importante considerar que si no se cuenta con una licuadora muy
potente, se debería evitar introducir cáscaras muy gruesas o fibrosas (sandía, naranja, limón, piña
entre otras), nunca introducir rabo de jícama, hojas de elote o residuos
fibrosos, ya que se enredan en las aspas. Evitar introducir
huesos o semillas gruesas (huesos de animales, hueso de aguacate, hueso de
mango, olote, entre otros). Siempre es útil dar una picada a los desechos para reducirlos a un tamaño más pequeño.
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